Alisa muerta en la escuela y Polina asesinada en la calle, el horror de la guerra entre Rusia y Ucrania contra los niños

Alisa muerta en la escuela y Polina asesinada en la calle, el horror de la guerra entre Rusia y Ucrania contra los niños

Según el último balance del gobierno ucraniano, 352 civiles han muerto en la guerra entre Rusia y Ucrania, entre ellos 16 niños alcanzados por bombas o balas, una de ellas es Alisa muerta en una escuela y Polina asesinada en la calle.

Alisa muerta en la escuela y Polina asesinada en la calle, el horror de la guerra entre Rusia y Ucrania contra los niños

La guerra es horror, violencia y muerte, y no perdona a los civiles ni a los niños.

El conflicto entre Rusia y Ucrania no es una excepción, como atestiguan las dramáticas cifras de víctimas civiles. Según el último presupuesto del gobierno ucraniano, hasta el domingo han muerto 352 civiles por la invasión rusa de Ucrania, entre ellos 16 niños alcanzados por bombas o balas.

Entre ellas estaban Alisa y Polina, dos niñas que iban a la escuela y llevaban la vida normal de muchos jóvenes ucranianos antes de que la invasión rusa interrumpiera sus vidas para siempre.

Polina era una niña feliz y sonriente que cursaba el último año de primaria en Kiev cuando la guerra se abatió sobre ella y borró su sonrisa para siempre.

Según las autoridades locales de Kiev, ella y sus padres fueron asesinados a tiros en la calle tras encontrarse en medio de una de las muchas incursiones de las fuerzas especiales rusas en la capital ucraniana con el objetivo de sabotear los centros neurálgicos e identificar los objetivos que deben ser atacados con rayos aéreos y misiles.

Polina estaba en la calle, en el coche de su familia, en el noroeste de Kiev, cuando las balas la alcanzaron y mataron a ella y a sus padres. Las balas también alcanzaron a su hermano y a su hermana, que ahora se encuentran entre las decenas de niños heridos. El primero está en el hospital infantil de Okhmatdyt, el segundo está más grave y se encuentra en cuidados intensivos.

Alisa Hlans recibió un disparo durante el bombardeo de su escuela en la ciudad de Okhtyrka, a una hora en coche de la frontera noreste de Ucrania. Fue una de las primeras víctimas de la guerra ruso-ucraniana, en el segundo día de la invasión rusa. Alisa fue herida por la metralla y, según la fiscal general Irina Venediktova, murió en el hospital el sábado a causa de sus heridas. Otro niño también fue alcanzado en el mismo bombardeo y ahora se debate entre la vida y la muerte en el hospital.

Otra historia dramática procede del sur de Ucrania, donde el primer día de la guerra, cuando las tropas rusas avanzaban hacia la ciudad de Kherson, murió una familia entera, incluidos los abuelos y dos niños: Sofía, de seis años, e Iván, de unas semanas. La familia intentaba huir en un coche cuando fue atacada por los militares rusos cerca de Nova Kakhovka, a las afueras de Kherson.

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