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Un referente en la ganadería argentina
El pasado martes, el mundo de la ganadería argentina se vistió de luto con el fallecimiento de Eduardo Dante Groppo, a los 75 años. Radicado en Bell Ville, Groppo fue un pionero en la cría de ganado, dejando una huella imborrable en la industria.
Junto a su padre, fundó la cabaña La Sultana, que se convirtió en un referente en la cría de las razas Angus y Brangus. Su compromiso y dedicación a la ganadería lo llevaron a ser un líder en el sector, participando activamente en certámenes ganaderos a nivel nacional.
La evolución de La Sultana
Con más de 60 años de historia, La Sultana comenzó su andadura con la cría de Angus, pero fue bajo la dirección de Dante que la cabaña alcanzó un nuevo nivel de desarrollo.
En respuesta a los cambios en el mercado, hace 20 años decidieron diversificar y comenzaron a criar Brangus, una raza que se adaptó perfectamente a las condiciones agrícolas de la región. Esta decisión no solo permitió a La Sultana mantenerse relevante, sino que también abrió nuevas oportunidades en el mercado, especialmente en Salta, donde el Brangus se consolidó como una opción viable y rentable.
Un legado familiar y un futuro prometedor
La pasión de Eduardo Dante Groppo por la ganadería no solo se limitó a su trabajo, sino que también se transmitió a su familia. Su hijo, Mauricio, actualmente preside la Asociación Argentina de Brangus, continuando así el legado de su padre.
Además, sus otros hijos, Florencia, Dario y Andrés, también están involucrados en La Sultana, asegurando que la visión y los valores de Dante sigan vivos en la próxima generación. Este compromiso familiar es un testimonio del impacto que tuvo en su entorno y de cómo su legado perdurará en el tiempo.